Por: Macarena Corlazzoli

Para Mundo de Mamá

 

Desde que nació Santiago, tengo archivadas 75 GB de fotos.  Cuántas fotos es esto?  Estimo que unas 16,200 fotos en tres años (habría que agregarle todas las fotos tomadas con los celulares), de las cuales yo aparezco en unas 300 si exagero!!!

Estoy segura que si les pregunto a ustedes en cuántas fotos aparecen las mamás, son la extrema minoría, porque somos en su mayoría de veces, nosotras las que tomamos las fotos, por lo cual estamos detrás del lente.  Esas 16,000 y tantas fotos que tengo guardadas, pareciera que nunca estuve.  Tomar fotos de los chicos ya de por si es complicado, con lo cual me las ingenié de diferentes maneras para, que en algunas al menos, aparezca yo.

  • Tomar fotos frente al espejo.  Sé que no es lo más interesante, pero al menos sale parte de mi silueta.
  • Usar trípode.  Si tiene cámara semi profesional, pueden usar el trípode grande, pero existen también trípodes chics para las cámaras más chicas.  Es cuestión de dejar la cámara en automático y que tome fotos cada tantos segundos mientras todos se quedan quietos.  No me fascinan las fotos tipo “posadas”, lo que hago es que los chicos jueguen y se diviertan y la cámara tome fotos cada 3 segundos y así las fotos salen más espontáneas.
  • Que en la foto que estoy tomando salga parte de mi cuerpo.  No siempre se tiene a mano el trípode, con lo cual a veces con que salgan mis pies o mis manos sosteniendo los dedos de mi hija.  Pienso que también tiene su lado “romántico” y manda el mensaje mamá estaba al lado tuyo”.
  • Pedir en ciertas ocasiones que alguien más tome las fotos.  Para los cumpleaños siempre pido que alguien más tome las fotos, así yo puedo encargarme de ciertas cosas y además salir en las fotos principales y en algunas en el fondo.  Ciertas ocasiones más diarias, pido a mi esposo que tome las fotos del día.
  • Tomarse foto con un fotógrafo o un estudio.  No me encantan las fotos posadas como lo mencione anteriormente.  La única vez que lo hicimos, me preocupe con demasiada antelación de qué ropa iban a usar los chicos, del fondo de las fotos, corrí como loca para que no coincidiera con la siesta de la más pequeña y yo para estar “peinada y maquillada de manera natural”.  Fue estresante, y requirió un rato de organización y un costo elevado, pero el resultado valió la pena, las fotos reflejaron el momento que yo quería.  Si no quieren pagar un fotógrafo profesional, les sugiero que contacten una escuela de fotografía en su ciudad y pidan si necesitan de algunos modelos inquietos para fotografiar.  La mayoría de veces lo harán con gusto y a un menor precio.

Eso sí, por favor guarden varias copias digitales de sus fotografías e impriman las que más les gusta.  Al fin de cuentas, sentarse con el álbum de foto y volver a recrear esos momentos en familia es lo importante.

Ahora dime tú, en cuántas fotos con tus hijos apareces?

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