Haciendo malabares… así nos sentimos muchas de nosotras cuando se trata de lograr un equilibrio entre las obligaciones del trabajo y las demandas hogareñas. Aprender a vivir entre estos dos trabajos de tiempo completo es parte de la ciencia para tener una vida plena.
Uno de los primeros pasos que debemos dar es renunciar a la culpa y quitarse el temor de que no se está dedicando suficiente tiempo al cuidado de los hijos.
La buena noticia es que estudios realizados en diferentes países, para comparar el desempeño de los niños que fueron criados por sus madres de tiempo completo y los que crecieron en guarderías o estuvieron al cuidado de otras personas que no eran su madre, revelan que no se han hallado diferencias importantes en el desempeño de estos dos grupos de niños.
No pienses que “es posible hacerlo todo”. Aunque seas muy organizada, lo cierto es que sólo podemos hacer aquello que cabe dentro de las 24 horas que dura el día. Y para muchas mujeres, las tareas de la casa sigue siendo una segunda carga que, casi siempre, llevan solas.
Algunos tips que te pueden ayudar:
- Pon en primer lugar a tu familia. Establece horarios específicos para disfrutar de la vida familiar.
- Crea un sistema de apoyo. Acepta la ayuda de tu familia y tus amigas e insiste en involucrar a tu pareja.
- Busca tiempo para ti misma: debes encontrar tiempo para estar bien contigo misma y hacer algo que te relaje o algo que te entretenga y que te guste.
- Descansa lo más posible: aparta tiempo los fines de semana y aprende a decir no, poniendo límites a las jornada de trabajo dentro y fuera de la casa.
- No te presiones: elimina la palabra obligación de ciertas cuestiones domésticas.
Vía: http://madreshoy.com y http://vidayfamilia.univision.com