Una de las cosas que más me ha costado es soltar, ser menos aprehensiva en la salud de las niñas.

 

Una de las cosas que recuerdo con más cansancio y preocupación en todo este tiempo que he criado a mis hijas, es el sentimiento de vigilia cuando se enferman, justo acabo de salir de esos macabros días con Mariana; coincido con muchas mamás, nos preocupamos porque los vemos decaídos, con fiebre, sin dormir, irritados o desganados, pierden el apetito, y nos sentimos impotentes muchas veces esperando verlos mejorar, pasamos noches sin dormir y nos desesperamos esperando que salgan recuperados.

En mi caso las peores etapas fueron los 2 y los 3 años, cuando los niños entran por primera vez al colegio y están expuestos a nuevas personas, rutina, juguetes, experiencias y ambientes, no porque estén sucios, sino porque salen de su entorno usual y su cuerpo tiene que adaptarse a lo nuevo mientras crea defensas.

La buena noticia para las mamás primerizas es que con el tiempo esto mejora, los hijos se enferman menos y nosotros empezamos a dormir y descansar mejor, pero esto no llega de casualidad o por suerte, llega porque procuramos prepararlos anticipadamente a estos cambios que afectan su sistema inmunológico, claro uno lo aprende con el tiempo y la experiencia, con paciencia e información correcta y de la mano del pediatra; es necesario ayudarlos a crear sus propias defensas, por eso es tan importante permitirles exponerse a estos nuevos cambios.

Algo que he aprendido con el tiempo es a identificar qué vuelve vulnerables a mis hijas, entonces soy más cuidadosa en eso y me preparo para evitar que tengan recaídas. A partir de los 5 años todo mejora, aunque siempre hay recaídas, y con la experiencia nos volvemos más precavidas, por eso aquí les comparto algunos consejos, las 5 formas para evitar que los niños se enfermen:

Cuando se logran recuperar, es bueno dejarlos jugar de nuevo en lo que más les gusta, poco a poco irán creando defensas.
  1. Déjalos jugar, déjalos ser niños:

Cuidar en extremo a los niños no es bueno. Lo pongo en primer lugar porque un niño necesita estar expuesto a su entorno para crear defensas, eventualmente gateará, tocará tierra, se sentará en el suelo, compartirá juguetes o incluso una que otra comida con algún compañerito. Permitirles exponerse, les permitirá construir un sistema inmunológico fuerte, resistente, para evitar enfermarse con más frecuencia.

  1. Cuídalos de los cambios de clima y temperatura:

Una de las razones más comunes para que los niños se enfermen es el cambio drástico de clima o temperatura corporal, por ejemplo, si su cuerpo está en un ambiente caliente y de repente se expone al frío sin estar preparados, lo más probable es que puedan resfriarse, como cuando están sudando por jugar o hacer algún tipo de actividad física y de repente se exponen a un lugar o ambiente frío, el cuerpo tarda en nivelar la temperatura corporal y se vuelve vulnerable a cualquier tipo de resfrío o virus que se active mientras su sistema inmunológico está débil.

 

Estas gomitas de Vitamina C me han servido mucho para subir las defensas de las niñas, son ricas y ellas ni se enteran que son vitaminas o por lo menos, les parece mejor tomarla así.
  1. Mejora su alimentación:

Es difícil aceptar pero los niños son felices comiendo todo lo que no deberían comer: frituras, dulces, chucherías, harinas refinadas y productos o bebidas altas en azúcares; entiendo que sólo una vez se es niño pero todo extremo no es sano. Es importante que a pesar de que quieran un dulce, estén conscientes de que lo que comen es lo que los mantiene sanos o enfermos.

Hay refacciones o “snacks” que pueden seguir siendo atractivos a los niños de manera inteligente, algunos altos en nutrientes que les aporten energía y otros en vitaminas que mejoran su sistema inmunológico.

Si tú crees que tus niños no están recibiendo la dosis recomendada de vitaminas diaria, lo mejor es consultar con su pediatra y apoyarte en multivitamínicos infantiles para mejorar su salud, en mi caso, trato de que coman muchos vegetales, pero como sé y estoy consciente que la vitamina C es una que no ingieren en altos niveles diariamente, porque mis hijas se irritan fácilmente con el jugo de limón o naranja por ejemplo, entonces complemento vitamina C -como los Redoxitos-, que son gomitas masticables, de buen sabor, y ellas ni se enteran que son vitamina.

  1. Lleva regularmente un control pediátrico:

Que los niños no se enfermen, no significa que no necesiten visitar regularmente al pediatra, es importante llevar un chequeo continuo, orden en las vacunas y librarlos de lo vulnerables que pueden estar al exponerse a virus de temporalidad, por ejemplo, si sabemos que vivimos en un país en donde se enferman regularmente por virus como la influenza, es importante consultar con el pediatra si es oportuno ponerse la vacuna, lo mismo con la hepatitis, la varicela, etc.

  1. Prepárate para los cambios:

A todos nos cuesta adaptarnos a los cambios, no digamos al cuerpo y al sistema inmunológico. Si sabes que estás próximo a llevarte a los niños de viaje, si salieron o van a entrar al colegio, si van a ir a un lugar con otro clima, si hay una epidemia de salud, si un hermano cercano está enfermo… lo mejor es reforzar sus defensas aún así aplicando todos los puntos anteriores. En mi caso, siempre que empieza una nueva temporada, la de lluvia, la de calor, la de frío, trato de reforzarles la vitamina C para evitar cualquier recaída en lo que su cuerpo se acostumbra, lo he hecho por años; esta vitamina no causa sobre dosificación, únicamente la desecha el cuerpo cuando llega a los niveles necesarios para suplir las necesidades del cuerpo.

 

Al principio todo parece complicado pero con el tiempo te das cuenta que todo es una etapa, todo pasa y todo tiene solución, es cuestión de darle tiempo y aprender y conocer las necesidades de nuestros niños, las de sus cuerpos y prevenir que llegue la crisis con una enfermedad.

Espero que estas 5 formas para evitar que los niños se enfermen te funcionen tanto como a mí, para que puedas dormir mejor, para que tengas paz en cada noche y para que ellos puedan jugar más. La niñez hay que recordarla en momentos felices, y recuerden que “One gummy a day, keeps the doctor away”.

 

L.CAM.MKT.CC.10.2017.0568

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