Anoche éramos mi hija mayor de cuatro años y yo viendo un cortometraje que se ha convertido en un viral en los pasados días, “Cuerdas”. Lo veíamos antes del momento de llevarla a dormir luego de ver en Facebook que mucha gente lo compartía y comentaba que estaba muy bueno y conmovedor, además era de dos niños y en dibujos animados, así que me pareció que a ella podía interesarle también y que seguro llevaba una buena historia.
Mientras lo veíamos ella mostraba simpatía por el personaje llamado “María”, una niña de aproximadamente su misma edad por lo que pude intuir, le llamaba la atención lo amigable que ella era con el personaje “especial” que se visualiza en una silla de ruedas. Mientras pasaban las escenas mi hija preguntaba muy interesada acerca del personaje “especial”, preguntaba una y otra vez por qué no decía su nombre, por qué no correspondía a las preguntas de “María”, por qué no hablaba, no se levantaba y no movía sus brazos… mientras corría el corto, ella se iba adentrando en la historia, fueron tan solo 10 minutos, pero pudo entrar en contexto tan interesada que al final cuando “María” nota la ausencia del compañero “especial”, se sintió consternada al verla llorar.
Terminamos de ver el corto y ella se quedó en silencio, como en modo reflexivo y me preguntó “Mama, por que el niño ya no estaba?, por qué María lleva una cuerda en su muñeca?, por qué lloró?, qué pasó con el niño “especial”?. Son preguntas simples, pero que significan o representan un concepto amplio, profundo, emocional… en esos segundos pensé dentro de mí en decirle que el niño seguramente había muerto, no convencida por mi respuesta para una niña de cuatro años evité el momento, la tomé de la mano para llevarla a dormir, sin embargo volvió a preguntar por qué el niño había muerto, y llegó el momento que no me esperaba cuando dijo, “Mama dime la verdad, por que un niño va a morir si todavía no está viejito?”.
Pensé que toca a veces explicarle a nuestros hijos el significado de la muerte antes de tiempo, la tomé de las manos y en ese momento mil respuestas pasaron por mi mente, pero no era la sencilla respuesta que pudo haber explicado el final de ese corto, fueron las respuestas a más preguntas que siempre me he hecho a mí misma como mamá, enfrentarse a la muerte y al impacto de su significado en las personas de tan corta edad, “¿cómo explicarles a nuestros hijos cuando un ser querido nos falta, nos deja, cuando muere, o cuando el papá o la mamá son los que mueren”, y no me quedó más respuesta que verla directamente a sus dulces redondos y grandes ojos negros mientras la tomaba de las manos, sentarme a su nivel y decirle que algunos seres queridos se van antes y otros después, que no importa la edad, que siempre es bueno estar listos porque no sabemos cuándo será, así como “María” no sabía cuándo el niño “especial” ya no iba a regresar.
Explicarle a nuestros hijos el significado de la muerte puede ser de las cosas más complicadas o complejas que pasan por nuestra mente, sobre todo cuando nos visualizamos nosotros en ese vacío que deja el tránsito del ser querido de éste al otro mundo, y confieso que no supe explicarlo más que decirle que todos lo pasaríamos algún día pero que yo me aseguraría de que el día que ella necesitara mi consuelo, yo estaría para ella, para que no se sintiera sola y triste como “María”.
