Cómo usar la técnica de mandar a un niño al rincón

La mayoría de las técnicas para hacer de padre no son nuevas. La del rincón lleva mucho tiempo utilizándose. Se utiliza también con otros nombres, como tiempo fuera o time out. En términos prácticos, significa apartar al niño de una actividad o situación para que no pueda tomar parte en esa actividad o recibir elogios y atención. Como técnica de disciplina, puede ser muy eficaz si se utiliza correctamente. Se deben incorporar los siguientes pasos en el plan:

Elegir cuidadosamente el rincón para aplicar la técnica fuera de juego

Para que sea eficaz la técnica del rincón o fuera de juego, el niño tiene que sentir que le falta algo mejor de lo que está experimentando en el rincón. Por lo tanto, el lugar debe ser un sitio aburrido -no cruel, oscuro, o tenebroso- simplemente aburrido. Puede servir cualquier lugar de la casa que no sea interesante. Un «rincón de meditación» funcionará también, si está apartado de la zona principal de la actividad familiar. El lugar en sí tiene menos importancia en realidad que el hecho de que el niño prefiera estar en otro sitio. Evita usar un lugar que pueda asociar con otras actividades positivas como el comedor = alimentarse, recámara = dormir, baño = higiene; debe ser un lugar neutro, como un área bajo una ventana, el descansador de las gradas, un corredor, y siempre que no se vea ridiculizado.

Explicarle al niño las reglas de estar en tiempo fuera

En un momento tranquilo antes de tener que usar esta técnica, se debe decir al niño que se le mandará al rincón si continúa desobedeciendo. Explícale que esto le ayudará a romper con este hábito. A continuación persevera con la técnica cada vez que el comportamiento se repita.

Al principio se debe aplicar el mandarle al rincón solamente para un comportamiento. Cuando haya cambiado dicho comportamiento, úsela para otro. Si se usa para muchos comportamientos incorrectos al mismo tiempo, el niño se confundirá, preguntándose por qué está en el rincón en ese momento. Además, el tiempo en el rincón, como cualquier técnica de castigo, pierde su eficacia al utilizarla demasiadas veces.

Asignar un tiempo máximo para el tiempo fuera según la edad del niño

Largos periodos de tiempo en una habitación o semana de encierro resultan inútiles y hostiles, ya que provocan resentimientos en el niño y no mejoran el comportamiento. Un periodo de apartamiento corto normalmente funciona bien y dura sólo pocos minutos. Un niño tiene que estar en el rincón tantos minutos como años tenga. Nos ha parecido una buena norma. Supone cuatro minutos para un niño de cuatro años, cinco minutos para uno de cinco y un minuto más para cada año adicional. Para un niño este es un largo periodo de tiempo sin hacer nada. Interrumpe su actividad, pero al mismo tiempo le proporciona la oportunidad de serenarse y de dejar de hacer aquello por lo cual ha sido enviado al rincón.

Añada minutos si hay resistencia

Un periodo de tiempo más corto también da ventaja a los padres. Si se tienen dificultades para poner al niño en el rincón o para mantenerlo allí, se debe añadir un minuto de tiempo por cada instante de resistencia. Si el pequeño se niega a ir al rincón, se le debe llevar allí y decirle, «Ahora es un minuto más». Vigílele si es necesario. Si se va sin permiso, se le debe volver a llevar y dejarlo con otro minuto. Intenta no sobrepasar las tres penalizaciones de un minuto, ya que en esta etapa será más eficaz añadir otra consecuencia.

Añadir consecuencias de apoyo para la resistencia excesiva

Si se llega a un punto en el que es necesario un apoyo para las palabras y acciones paternas, se puede informar al niño de que, si no cumple su tiempo en el rincón, perderá su juguete favorito o un privilegio durante unos días. Sé consecuente con ello. A menudo, la resistencia se hará menor al saber que existe una consecuencia de apoyo.

Utiliza el reloj de cocina

Se deben controlar los minutos que pasan, con un reloj de cocina, mejor. Dile al niño cuánto tiempo debe quedarse en el rincón y que cuando suene el timbre puede regresar si se ha tranquilizado. Si se ha añadido tiempo, volver a poner el minutero. Si todavía no se ha tranquilizado cuando se haya cumplido el tiempo, no permita que se vaya hasta que se haya controlado.

No permitir que el tiempo fuera de juego (en el rincón) se convierta en una manera de evitar responsabilidades.

Cuando el tiempo se cumpla, se debe hacer que el niño haga lo que se le pidió que hiciera antes de comenzar el tiempo fuera de juego 0 que adopte el comportamiento apropiado. Cuando coopere, se le debe elogiar cálidamente.

Adoptar el procedimiento para niños más mayores

Aunque el tiempo fuera de juego o en el rincón funciona mejor con niños de edades entre dos y doce años aproximadamente, los mismos principios se aplican para el encierro en casa u otras formas de tiempo fuera de juego más apropiadas para niños mayores, adolescentes y tweens. Breves períodos de apartamiento son mejores que semanas o meses y siempre pueden ser reactivados si el adolescente cae en sus antiguos hábitos. Por ejemplo, si bajan las notas de un chico, se le puede tener castigado en casa durante unos días hasta que muestre que está estudiando más y más constantemente. Si flojea una vez se haya levantado el castigo, se puede volver a aplicar. Si  abusa del teléfono, se le puede prohibir que haga 0 reciba llamadas esa noche. A la noche siguiente se pueden restablecer las reglas para el uso del teléfono y lo puede intentar de nuevo. Cuanto más corto sea el periodo de castigo, más motivado está  y más justo le parece éste.

Vía: Educación Inicial

Imagen vía: thephotobook.files.wordpress.com

6 COMENTARIOS

  1. Mi hijo de 5 años le tiene mas miedo a la amenza que lo voy a castigar a cualquier otra, utilize esta tecnica cuando el tenia de 2 a 3 años y luego de llevarlo ” a la grada ” de castigo , ya no fue necesario, al no comportarse le digo que si sigue asi lo llevare a la grada y deja de hacer lo que hace………es muy buena tecnica

    • Siempre me pone muy contenta saber que hay mamás que sí les sirven las técnicas que publico, que probablemente otra mamá me compartió a mi también. Juntas todas las mamás nos compartimos nuestras mejores experiencias. 🙂

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