La cavitación es una novedosa técnica estética que se ha convertido en una de las más solicitadas también a pesar de que existe mucha confusión al respecto. Debes tener cuidado si deseas practicarla ya que muchos equipos dicen ser cavitación cuando en realidad son simples ultrasonidos.

La cavitación consiste en la generación de microburbujas de vacío dentro del tejido con la ayuda de la aplicación de ultrasonidos (lipocavitación). Estas microburbujas, al expandirse, se rompen o implosionan rompiendo a su vez la membrana del adipocito (célula grasa) y liberando los triglicéridos acumulados. De esta manera, los triglicéridos van hasta el torrente sanguíneo, y el organismo, gracias a sus mecanismos fisiológicos, los elimina sin ninguna repercusión.

La cavitación, aunque no es una alternativa propiamente dicha al quirófano, es un método que, con un tratamiento completo y un buen protocolo de actuación, resulta excelente para eliminar la grasa localizada.

Para que la cavitación dé resultado no sólo basta con llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, sino que es importante hacer ejercicio e hidratar al cuerpo. Este punto resulta especialmente importante, ya que la grasa puede volver a reaparecer.

A partir de la primera sesión se pueden perder dos centímetros de contorno, pero el tratamiento completo consta de seis sesiones, (si se utilizan infiltraciones de suero fisiológico para favorecer la hidratación del tejido y la transmisión de los ultrasonidos), y de ocho a diez sesiones sin infiltraciones. En cuanto al precio, depende de las características de cada persona y el resultado que quieran obtener.

En el mercado existen diferentes alternativas en cavitación, sin embargo más de una son simplemente ultrasonidos de efecto superficial que no consiguen emulsificar el tejido adiposo, por lo tanto es importante conocer más al respecto.

 

¿Como funciona la cavitación?

La cavitación es un fenómeno producido por ondas mecánicas en un líquido. Consiste en la generación de variaciones de presión, cuya consecuencia es la producción de micro-burbujas en el seno de un líquido, las cuales paulatinamente se fracturan generando ondas de choque.

Las ondas de choque generadas por la cavitación producen la disrupción de la membrana celular del adipocito con la consiguiente difusión de la matriz lipídica (triglicéridos) al espacio intersticial. El resultado de la cavitación ultrasónica del tejido graso es la emulsificación del contenido lipídico.

La cavitación es un tratamiento no invasivo y esta indicado para el tratamiento de reducción de adiposidades localizadas, sobrepeso y celulitis.

Si deseas utilizarla procura conseguir médicos o esteticistas graduados, equipos de radiación higiénicos y camillas que aislen tu cuerpo para evitar contaminación.

 

Vía: www.esteticalink.com y www.deia.com

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