El maltrato, abuso y violencia tanto psicológica, verbal como física es inaceptable en cualquiera de los métodos educativos que puedan existir en una familia;  el niño que aprende a través de la violencia en casa, únicamente sabrá manifestar sus actos y su trato hacia los demás inclinados a la agresividad. La mayoría de los niños son expuestos a algún tipo de maltrato en casa y no pueden denunciarlo, por lo mismo debes estar alerta si notas que tu pequeño ha cambiado su forma de comportarse, se ha tornado excesivamente agresivo, o bien se ha retraído por completo en su estado de ánimo. Compartimos contigo las señales que podrán darte una guía si es que sospechas que ese pequeño niño que conoces muy bien, está sometido a algún tipo de violencia doméstica por alguno de sus padres.

Un niño que ha recibido malos tratos físicos puede:

• Llorar y batallar cuando tenga que ir a la guardería, o parecer asustado alrededor de quien lo cuida o de otros adultos.
• Posee inexplicables moretones, rasguños, quemaduras, huesos rotos, ojos negros, cortaduras, mordeduras u otras lesiones. Las lesiones repetitivas de cualquier tipo pueden ser una señal de peligro.

Ten en cuenta que las señales del síndrome del bebé sacudido (SBS), el cual ocurre con mayor frecuencia en bebés que han sido sacudidos en momentos de rabia, pueden ser leves o severas. Las lesiones ocasionadas por sacudir a un bebé generalmente ocurren en los niños menores de 2 años, aunque a veces el síndrome se manifiesta en niños de hasta 5 años.

Un bebé con SBS puede tener los ojos vidriosos, estar rígido, letárgico, irritable, tener una disminución de apetito, dificultad para alimentarse o vómitos. Puede costarle trabajo enfocar la mirada en un objeto o levantar la cabeza. En casos severos, puede tener dificultad para respirar, o puede tener convulsiones, insuficiencia cardiaca, coma y pérdida del conocimiento.

Si sospechas que algún bebé está sufriendo del síndrome del bebé sacudido, denuncia inmediatamente. Cada minuto cuenta en términos del daño que un bebé con síndrome del bebé sacudido puede sufrir.

Un bebé que ha sido víctima de abuso emocional puede:

• Mostrar problemas de comportamiento o cambios tales como rechazar el afecto de los padres o, alternativamente, volverse excesivamente apegado.
• Perder el apetito.
• Tener pesadillas o dificultad para dormir.

Un bebé que ha sido víctima de abuso sexual puede: 

• Tener sangrado o moretones en o alrededor del área genital.
• Tener dificultad para sentarse, posiblemente a causa del dolor genital o anal.
• Sufrir de infecciones de las vías urinarias.

Si tienes alguna preocupación sobre la posibilidad de abuso, actúa de inmediato. Cuanto antes resuelvas el problema, mejor será para tu hijo. Habla con la persona que cuida a tu hijo para observar sus reacciones. Si esa conversación no te saca de dudas o calma tu preocupación, busca en la guía telefónica el número de contacto de una organismo dedicado a prevenir o acabar con el maltrato infantil. Lo encontrarás bajo las palabras “Maltrato infantil”, “Abuso infantil” o, en inglés, “Child abuse”. También puedes llamar al Departamento de Recursos Humanos de tu ciudad, si existe uno, o incluso directamente a las autoridades o la policía.

Vía: BabyCenter 

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