La dentición puede ser una época frustrante para los bebés y también para nosotros, debido a algunas molestias típicas los pequeños empiezan a babear más y a querer morder las cosas, otros experimentan períodos de irritabilidad breves o de varias semanas, con episodios de llanto y patrones de sueño y alimentación irregulares.
Además, las encías sensibles e hinchadas pueden provocar un ligero aumento de la temperatura del bebé, pero, por lo general, la salida de los dientes no ocasiona fiebre alta ni diarrea, aunque sí un tipo de defecación particularmente ácida por el exceso de salivación.
La salida de los dientes de leche puede comenzar a partir de los 3 meses y continuar hasta que el niño cumpla los tres años.
Generalmente, los primeros dientes en aparecer son los dos dientes frontales inferiores (incisivos frontales inferiores). Luego de 4 u 8 semanas, llegarán los cuatro dientes frontales superiores (incisivos frontales y laterales superiores). Un mes después, aparecerán los incisivos laterales inferiores.
Posteriormente, saldrán los primeros molares y luego los colmillos. La mayoría de los niños tienen sus 20 dientes de leche al cumplir tres años.
Los dientes de leche deben ser cuidados pues esto repercutirá en el buen estado de los dientes permanentes. Por eso, se espera que el niño vaya cada vez más temprano al dentista.
Es recomendable que también vigilemos la alimentación de los niños, reduciendo el consumo de azúcar y estimulando el consumo de leche, de frutas y verduras.
La higiene bucal también es algo imprescindible. Al aparecer los primeros dientes se puede incorporar el uso del cepillo. La pasta o crema dental no debe usarse antes de los tres años, desde ahí, se debe utilizar una cantidad pequeña una vez al día y siempre supervisado por un adulto. Sin embargo, si tu pequeño aún es menor de tres años, puedes iniciar la práctica del cepillado con agua, o bien con una crema dental especial para su edad como la Baby Orajel, que es segura para los más pequeños.
A los seis años, los niños ya podrán utilizar la pasta dental en forma frecuente.
Para aliviar los síntomas
Cuando el diente esta rompiendo la encía, los bebés experimentan mucha picazón, la cual se puede tratar con anestésicos locales frotando directamente la zona afectada o bien estimulando la masticación del niño con algún objeto duro y frío como tiras de zanahoria o pepino puestas en la nevera, las cuales podrá morder de forma segura mientras se alimenta o recibe el aporte vitamínico de ambos, claro que siempre bajo la supervisión de un adulto.
Si la molestia es mucha se pueden usar los analgésicos como el paracetamol o ibuprofeno para aliviarla, pero siempre consulta antes con el médico pediatra para darle la dósis necesaria.
Vía: Salud Actual y Kids Health
