La infancia se supone que es la época más feliz de nuestras vidas. La mayoría de nosotros vemos hacia atrás con cariño las memorias de nuestros primeros años, como un tiempo de simplicidad, satisfacción y alegría. Claro, tal vez hayan algunas cosas malas que nos pasaron. Pero básicamente estábamos felices.

Los niños ríen muchas veces con más frecuencia que los adultos, especialmente los más pequeños disfrutan de la risa con la menor provocación.

¿Qué pasa con los niños que no son felices? ¿Puede la depresión llegar a afectar en la infancia? Incluso en un preescolar?

Un número creciente de psiquiatras y científicos sociales están afirmando la teoría. La depresión preescolar no es un diagnóstico aceptado todavía, pero podría estar en camino a serlo. Mientras tanto, investigadores y médicos están tratando a niños tan pequeños como de 3 años.

Las desventajas de la depresión se suman a la lista de preocupaciones de los padres de niños en edad preescolar. Representantes de las compañías farmacéuticas consideran ofrecer medicamentos a los niños en este grupo de edad, a pesar del hecho de que ninguno ha sido aprobado para su uso en niños tan pequeños. Padres nerviosos como maestras agotadas, pueden cometer el error de confundir las conductas de los preescolares e iniciar un proceso de tratamiento y medicación para un niño que a lo mejor no padece de problemas de salud mental.

Varios adultos que padecen de depresión crónica, según informes,  sufren los mismos síntomas en la infancia que muchos investigadores se han visto obligados a buscar. Lo que se ha encontrado es que para un pequeño número de niños – menos del 5% – se manifiesta la depresión en los años preescolares y se asemeja a la depresión en los adultos de muchas maneras. Los niños pierden el interés en actividades placenteras, se sienten tristes y son auto-destructivos, o bien se tornan apáticos.

Nadie está sugiriendo medicamento o psicoterapia para estos niños. En cambio, la terapia del juego y una formación especial para los educadores y los padres parece ayudar. Puede parecer peligroso el diagnóstico para un niño de tres o cuatro años. Pero para los niños que sufren tristeza profunda, la intervención temprana puede ayudarle a prevenir su estado de ánimo depresivo que interfiere con su desarrollo social e intelectual.

¿Se habrá encontrado o descubierto la depresión en niños muy pequeños? ¿Cree usted que los diagnósticos y tratamientos para la depresión en los primeros años será ayudar a los niños, o será llevar a los niños normales a un sobre diagnóstico e intervención innecesaria?

Vía: Babble

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