Mi hijo no quiere comer!….dice la madre angustiada.  Ya probó chantajeándolo, ofreciéndole de todo y hasta amenazándolo:  te voy a llevar al doctor para que te ponga una inyección! Y de nada sirve….

La lógica de los niños, no es la lógica de los adultos….  Los niños no entienden de dietas, horarios, menús y mucho menos de nutrición.  Tampoco entienden el porqué tienen que ingerir alimentos cuando ellos no tienen hambre….y muchas veces observan a los adultos de la casa que dicen:  hoy no tengo hambre, no voy a comer…y nadie les dice nada! Pero a ellos, les hacen un problema en cada tiempo de comida.

Hay que diferenciar entre hambre y apetito. Hambre es un proceso fisiológico que responde a las necesidades del cuerpo.  Apetito, es algo selectivo, uno escoge lo que quiere comer y cuando lo quiere comer.

Frecuentemente las mamás, presionadas por las abuelitas, inician tratamientos con multi vitamínicos y supuestos estimulantes del apetito, sin medir las consecuencias de estos productos.  Algunos incluso, afectan hormonalmente a los niños, especialmente los que si producen hambre, y la familia está muy contenta, pues el niño se “come hasta las uñas”…pero no saben el daño que le están haciendo.

Por otro lado, estimulan el consumo excesivo de leche de vaca.  Para ello, recurren a colorantes y saborizantes artificiales, que a la larga son mas dañinos que beneficiosos.  El exceso de leche de vaca es más malo que el no tomar leche.  Mucha leche produce gastritis, alergias,  sangrado intestinal oculto ( no se mira en las heces fecales), estreñimiento y si le agregan estos químicos para darle sabor o color, pueden producir más gastritis,  cistitis, uretritis y flujo vaginal.

Si el niño no come, pero se toma dos litros de leche al día, la familia esta contenta….grave error.  Los chivos tienen tres estómagos para digerir su propia leche y los niños, tienen un estomago del tamaño de su mano, y pretenden llenarlo hasta las orejas!  Para los niños grandecitos, un vaso de leche al día es mas que suficiente y se puede complementar o sustituir  con queso  (tipo kraft ), yogurt, crema y derivados.   La leche es un gran alimento, pero no hay que abusar de ella.  Solo los humanos seguimos consumiendo leche toda la vida, ninguna otra especie de mamíferos lo hace…..

El médico pediatra hará una evaluación objetiva del estado nutricional del niño.  Este se  apoyará en tablas o curvas de crecimiento y puede tranquilizar a la familia, en el sentido que aunque el niño no coma lo que ellos quieren, a la hora que ellos quieren y el menú que ellos quieren, el niño esta sano.  Viven literalmente del “aire”, pero corren, brincan, son  inquietos, y no parecen enfermos.

Otro error frecuente por parte de los familiares, es ofrecer chucherías: ricitos, nachos, salsa de tomate ( para hacerle más atractivo el plato y si supieran que muchas veces no tiene ni un tomate, todo es químico),  jugos artificiales, bebidas gaseosas, bebidas “deportivas”, etcétera,  para que “por lo menos algo tenga en la panza!”…..Da pena ver a personas comprar en los supermercados este tipo de productos, en cantidades navegables, para la lonchera del nene…..si supieran el daño que  le están provocando, lo dejarían de hacer.

Si el niño, no come “ni chucherías”, puede ser que tenga algún problema nutricional y solo si su  médico pediatra lo considera necesario,  le adicionará vitaminas, minerales y micronutrientes según la edad, pero en cantidades adecuadas y usando productos éticos, no los comerciales que se venden libremente hasta en los mercados.  El decidirá si procede o no, hacer algún tipo de investigación de laboratorio.

Muchas veces funciona el dejar de presionar o amenazar al niño por un tiempo prudencial.  Ofrezca la comida en los tiempos en que todos acuden a la mesa.  Si quiere comer, bueno y si no, también!  Déjelo en paz, ya él mismo buscará alimentos cuando los necesite.   Eso si, no compense con las famosas chucherías o estarle ofreciendo pizza, hamburguesas, pollo frito, cereales con colorantes y formas de muñequitos, etcétera, pues al final sólo lograrán que usted les compre los muñequitos promocionales y  la que se  terminará comiendo todo lo que ellos dejaron es la mamá!….o come lo que hay en la casa o no come, punto.  Trate de hacer el rato de la comida, un momento agradable, no una batalla.

Lamentablemente el tiempo de comida más importante, que es el desayuno, es el que “menos tiempo” tiene…..las carreras propias de las mañanas, antes de ir al colegio, hacen que se complique más el asunto. Por ello, los cereales nutritivos se han promovido para esta hora, pero deben ofrecerse con leche blanca, repito, sin químicos o colorantes.  Azúcar si puede utilizar.    Por supuesto, si el niño acepta comer a esa hora, aproveche y ofrézcale huevo, wafles, pancakes, o fruta.

Sea creativa y envíe una lonchera lo más nutritiva posible.  No les dé dinero para comprar en el colegio, pues las tiendas de los colegios sólo comida chatarra venden…..si vendieran comida nutritiva, quebrarían!

Lo más seguro es que su niño está sano, su pediatra lo puede confirmar, apóyese en él y evite hacer un gran problema por  algo que no lo es.  Finalmente, no compare a su hijo con el hijo de la vecina o compañeros de colegio, los niños de la misma edad, pueden tener grandes variaciones en el peso y talla, y el factor genético es importante…..no olvide que “de chihuahuas, nacen chihuahuas!”

Por: Dr. Federico Ranero Cabarrús

[email protected]


 

 

 

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here